viernes, 21 de marzo de 2014

San Máximo el Confesor. Centurias sobre el Amor.



"Se puede llamar corazón puro a aquel que no tiene ningún movimiento natural hacia ninguna cosa, de cualquier tipo que sea. Sobre esta tabla perfectamente alisada por una absoluta simplicidad, Dios se manifiesta e inscribe sus propias leyes".


Las leyes de Dios se graban en la quieta simplicidad de un corazón puro. En Liturgia cósmica, Hans Urs von Balthasar percibía claramente en él "la relación entre los dos puntos de vista del cumplimiento del mundo en el Logos como su idea total y del éxtasis del mundo en el Dios trascendente". En otras Centurias se dice con una luminosidad aforística: "El amor y la continencia purifican el alma, pero las plegarias puras ilustran la mente".



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