viernes, 20 de junio de 2014

San Isidoro de Sevilla. Sentencias Libro III.



"Los hombres de Dios no desean dedicarse a las cosas seculares y gimen cuando, por un misterioso designio divino, se les encargan ciertas responsabilidades. hacen todo lo posible para evitarlas, pero aceptan lo que no quisieran y hacen lo que habrían querido evitar. Entran en lo más secreto del corazón y allí tratan de comprender lo que les pide la misteriosa voluntad de Dios. Y cuando se dan cuenta de que tienen que someterse a los designios de Dios, inclinan el cuello del corazón bajo el yugo de la decisión divina".

Obispos nuestros, ¿bajo el yugo o subyugados?

No hay comentarios:

Publicar un comentario