viernes, 29 de agosto de 2014

Beato Jordán de Sajonia. Cartas a Diana.



"Cuando el alma ha bebido la cocción amarga de la tribulación, es purificada hasta el fondo, es probada contra todas las astucias del enemigo; es recompensada por la divina consolación de lo alto. ¡Qué buena y deseable es la amargura de la tribulación!; produce la paciencia, escudriña y sacude la conciencia, da entendimiento a los atribulados, se acrecienta en consuelo espiritual y atesora preciosos premios de gozo futuro".


¿Quién sin gracia?


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