domingo, 17 de agosto de 2014

San Bernardo de Claraval. Sermón en el domingo de la octava de la Asunción.



"¡Oh santa Madre, verdaderamente una espada ha traspasado tu alma!... Hasta tal punto la violencia del dolor ha traspasado tu alma, que con razón te podemos llamar más que mártir, porque en ti la participación en la pasión del Hijo superó con mucho en intensidad los sufrimientos físicos del martirio".


La nueva creación fue engendrada con gemidos más que físicos, gloriosamente espirituales.


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